sábado, 18 de febrero de 2012

¿Por qué ir a la Manifestación del 19 de Febrero?


El próximo 19 de febrero se convocan manifestaciones en todo el Estado español  en contra de la reforma laboral. Hasta aquí y con la que está cayendo, es normal que haya una gran manifestación en contra de los abusos que se están cometiendo contra los trabajadores. Parece que hay cierta controversia por quién convoca estos eventos. Son los dos sindicatos mayoritarios, que a mucha gente dejaron de representar hace tiempo.  Si bien es verdad, que en algunas ciudades hay bloques críticos que se van a unir a las manifestaciones. Hay otros lugares, más pequeños, en los que este bloque crítico no se ha creado. He oído ya a algunas personas que no quieren unirse a estas protestas precisamente porque ven con escepticismo la actitud oportunista de CC.OO y UGT. Pues bien, me gustaría decir varias cosas al respecto:

- La manifestación es en contra de la reforma laboral y convoque quien convoque, si eres trabajador o trabajadora, la reforma laboral te afecta.

- A lo largo de la historia, muchas organizaciones y partidos han querido apropiarse y hacer suyas las protestas de la calle y no por ello, se han dejado de hacer.

- Aunque hayan convocado los grandes sindicatos, puede quedar bien reflejado, que la presencia del bloque crítico es real. Que quien ha ido a esa manifestación, no ha sido por apoyo a los sindicatos, sino por indignación y cabreo contra una reforma injusta y a favor de la patronal.

Como opinión personal, creo que debemos dejar atrás estas rencillas. A mí, los sindicatos mayoritarios no me representan, pero no voy a dejar de ir a una manifestación en favor de los derechos de los trabajadores, por ello. Ya me preocuparé de que quede bien claro, por qué estoy allí. Claro que van a intentar ponerse la medallita a costa de la gente de la manifestación, pero eso ha sido siempre así. No podemos dejar de hacer cosas por miedos a manipulaciones. Los trabajadores están sufriendo atropellos inhumanos que tendrán que pagar caro en un futuro. Si ahora no somos capaces de reaccionar, quizá será tarde. Si estás cabreado, si estás viendo como los pocos derechos conseguidos se están yendo al traste, creo que es hora de actuar.

El próximo 19 de Febrero, toda la ciudadanía en masa debe manifestarse y decir bien alto:
¡¡NO A LA REFORMA LABORAL!!

Yo voy, ¿tú te vas a quedar en casa?


Carlos Serrano Hermo.

lunes, 13 de febrero de 2012

Rafael G. Martín. Pelujo


Peligros y oportunidades,
sobraron motivos; llorarán
las soledades.

En un laberinto, tu mundo
el mío.

Barco que siendo bañera
navega lleno de vacío.

Sólo el amor puede callar
para hablar sin el olvido.

jueves, 9 de febrero de 2012

El día de la ignominia


Cuando dicen lo que piensan
pero no son escuchados
Cuando hacen lo que dicen
y por todos, son juzgados
Cuando estorban a quien daña
el poder les es quitado
Cuando huyen y se escapan
perseguidos y encarcelados
Cuando encaran el problema
de terror son acusados
Es entonces cuando salgo,
de mi guarida en el campo

Ya no puedo,
ya no puedo soportarlo
Tendrán que verme la cara,
de iracundo y cabreado.
Al menos eso tendré,
el derecho al pataleo
las ganas que os tengo
son ya harto sabidas
por todos reconocidas.

Pensáis que sois inmunes
pero no imagináis quien os habla
son las voces que de abajo
sin complejos emanan
Como un torrente de fuego
Que quema vuestro palacio
De vergüenza y mamoneo,
de descaro y rechazo.

Si la ley os ampara
nosotros haremos justicia.
El hedor de vuestras palabras
mostrará vuestra estulticia.
Os creéis señores del mundo
en vuestros castillos de barro
pero seréis señalados
por paisanos y vagabundos

La nueva realidad se abre
no sin miedo, ni masacre
pero a ojos de todos está
el fin de vuestra barbarie.
La era que se crea
a espaldas de vuestras enmiendas
reza  la verdad y la palabra
Ilusiones y pensamientos
de quienes siempre construyeron
con energía,
trabajo y sufrimiento.

La partida ya se acaba
jugáis vuestra última baza
de perdedores endemoniados
con fusiles y cacharros,
pero nuestra fuerza os vence
no os deja respiro
ni con espada, ni con cuchillo
ni con miseria, ni con castigo

La esperanza ha vuelto en mí
siendo más grande que nunca.
La avaricia  habrá de ser
vuestra condena
y vuestra tumba.

sábado, 4 de febrero de 2012

La condena de los luchadores


Hay personas que viven día a día con esperanza. Pero a veces, esas personas ven frustradas sus ansias, sus deseos, sus anhelos. Y no deben confundir la esperanza con testarudez. Hay cosas, que simplemente son imposibles y los soñadores deben, a veces, ser realistas. Por su propio bien. La esperanza es buena, hace llevar la vida con alegría. Es una buena compañera en el camino que recorremos. Pero si se confunde, puede ser la peor enemiga. Uno, no se puede dar cabezazos contra la pared todos los días. Uno, no debe vivir de una fantasía. El mundo es como es, y asumir la realidad es necesario. No podemos pretender llegar a donde no llegamos, ni buscar lo que no existe.

Hay días tristes para los potadores de esperanza. Momentos, en los que eres consciente de tus dificultades, de tus carencias, de la incapacidad de realizar tus sueños. Esos días, los soñadores, se esconden en un rincón oscuro y lloran. Lloran por tener sentimientos. Lloran por no comprender una realidad fea o injusta. O simplemente, una realidad que no se ajusta a las expectativas. Hay días tristes en la vida de los luchadores. Hay días que quieren ser personas normales. Pragmáticos con el mundo que les rodea. La esperanza a veces es una carga.

Cuando esas personas sufren un golpe en sus objetivos. Cuando encuentran la respuesta que no buscaban. Deben no confundir el deseo con la capacidad. No deben confundir la meta, con una vida de miseria. Con una vida proscrita encerrada en un sueño que se transforma en pesadilla. Hay veces que por desgracia, ni las ansias más fuertes rompen los muros de cemento y ladrillo. Esos soñadores, se ven suspendidos en un camino perdido a ninguna parte. En un viaje inesperado sin retorno.

Si no hay solución, no hay esperanza. Pero, la no esperanza, no está en la forma de entender de los libres. De los enfermos del optimismo. Entonces, por lo menos, deberán descansar en su lucha. Deberán postergar sus anhelos. Invernar los deseos y dejarlos aparcados.

La realidad es dura y más dura es cuando no se conoce. Hay que despertar y seguir adelante. La esperanza es una forma de vida, no se puede dejar de creer. Pero hay que saber utilizarla. Aprender a vivir con ella sin sufrir por ello o sin sufrir demasiado.

Si no hay solución, no hay esperanza. El dolor de estas palabras me abruma, pero más me confunden las ganas y las ansias. 

jueves, 2 de febrero de 2012

Los portadores de sueños


En todas las profecías
está escrita la destrucción del mundo.
Todas las profecías cuentan 
que el hombre creará su propia destrucción.

Pero los siglos y la vida 
que siempre se renueva 
engendraron también una generación 
de amadores y soñadores; 
hombres y mujeres que no soñaron 
con la destrucción del mundo, 
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor. 
detrás de su apariencia cotidiana 
guardaban la ternura y el sol de medianoche. 
Las madres los encontraban llorando 
por un pájaro muerto 
y más tarde también los encontraron a muchos 
muertos como pájaros. 
Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas 
y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos 
por un invierno de caricias. 
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños, 
atacados ferozmente por los portadores de profecías 
habladoras de catástrofes. 
Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de utopías 
dijeron que sus palabras eran viejas 
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso 
es antigua al corazón del hombre. 
Los acumuladores de riquezas les temían 
lanzaban sus ejércitos contra ellos, 
pero los portadores de sueños todas las noches 
hacían el amor 
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas 
que no sólo portaban sueños sino que los 
multiplicaban y los hacían correr y hablar. 
De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida 
como también había engendrado 
a los que inventaron la manera 
de apagar el sol. 

Los portadores de sueños sobrevivieron a los 
climas gélidos pero en los climas cálidos casi parecían brotar por 
generación espontánea. 
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias 
torrenciales tuvieron algo que ver con esto, 
la verdad es que como laboriosas hormiguitas 
estos especimenes no dejaban de soñar y de construir 
hermosos mundos, 
mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se 
llamaban compañeros, 
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban 
en las muertes, 
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se 
ayudaban en el 
arte de querer y en la defensa de la felicidad. 

Eran felices en su mundo de azúcar y de viento, 
de todas partes venían a impregnarse de su aliento,
de sus claras miradas, 
hacia todas partes salían los que habían conocido 
portando sueños soñando con profecías nuevas 
que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores 
y de que el mundo no tendría que terminar en la 
hecatombe. 
Por el contrario, los científicos diseñarían 
puentes, jardines, juguetes sorprendentes 
para hacer más gozosa la felicidad del hombre. 

Son peligrosos - imprimían las grandes rotativas 
Son peligrosos - decían los presidentes en sus discursos 
Son peligrosos - murmuraban los artífices de la guerra. 
Hay que destruirlos - imprimían las grandes rotativas 
Hay que destruirlos - decían los presidentes en sus discursos 
Hay que destruirlos - murmuraban los artífices de la guerra. 

Los portadores de sueños conocían su poder 
por eso no se extrañaban 
también sabían que la vida los había engendrado 
para protegerse de la muerte que anuncian las 
profecías y por eso defendían su vida aun con la muerte. 
Por eso cultivaban jardines de sueños 
y los exportaban con grandes lazos de colores. 
Los profetas de la oscuridad se pasaban noches y días enteros 
vigilando los pasajes y los caminos 
buscando estos peligrosos cargamentos 
que nunca lograban atrapar 
porque el que no tiene ojos para soñar 
no ve los sueños ni de día, ni de noche. 

Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de 
sueños que no pueden detener los traficantes de la muerte; 
por doquier hay paquetes con grandes lazos 
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver 
la semilla de estos sueños no se puede detectar 
porque va envuelta en rojos corazones 
en amplios vestidos de maternidad 
donde piesecitos soñadores alborotan los vientres 
que los albergan. 

Dicen que la tierra después de parirlos 
desencadenó un cielo de arcoiris 
y sopló de fecundidad las raíces de los árboles. 
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto 
sabemos que la vida los engendró 
para protegerse de la muerte que anuncian las 
profecías.En todas las profecías
está escrita la destrucción del mundo.
Todas las profecías cuentan 
que el hombre creará su propia destrucción.

Pero los siglos y la vida 
que siempre se renueva 
engendraron también una generación 
de amadores y soñadores; 
hombres y mujeres que no soñaron 
con la destrucción del mundo, 
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor. 
detrás de su apariencia cotidiana 
guardaban la ternura y el sol de medianoche. 
Las madres los encontraban llorando 
por un pájaro muerto 
y más tarde también los encontraron a muchos 
muertos como pájaros. 
Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas 
y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos 
por un invierno de caricias. 
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños, 
atacados ferozmente por los portadores de profecías 
habladoras de catástrofes. 
Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de utopías 
dijeron que sus palabras eran viejas 
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso 
es antigua al corazón del hombre. 
Los acumuladores de riquezas les temían 
lanzaban sus ejércitos contra ellos, 
pero los portadores de sueños todas las noches 
hacían el amor 
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas 
que no sólo portaban sueños sino que los 
multiplicaban y los hacían correr y hablar. 
De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida 
como también había engendrado 
a los que inventaron la manera 
de apagar el sol. 

Los portadores de sueños sobrevivieron a los 
climas gélidos pero en los climas cálidos casi parecían brotar por 
generación espontánea. 
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias 
torrenciales tuvieron algo que ver con esto, 
la verdad es que como laboriosas hormiguitas 
estos especimenes no dejaban de soñar y de construir 
hermosos mundos, 
mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se 
llamaban compañeros, 
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban 
en las muertes, 
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se 
ayudaban en el 
arte de querer y en la defensa de la felicidad. 

Eran felices en su mundo de azúcar y de viento, 
de todas partes venían a impregnarse de su aliento,
de sus claras miradas, 
hacia todas partes salían los que habían conocido 
portando sueños soñando con profecías nuevas 
que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores 
y de que el mundo no tendría que terminar en la 
hecatombe. 
Por el contrario, los científicos diseñarían 
puentes, jardines, juguetes sorprendentes 
para hacer más gozosa la felicidad del hombre. 

Son peligrosos - imprimían las grandes rotativas 
Son peligrosos - decían los presidentes en sus discursos 
Son peligrosos - murmuraban los artífices de la guerra. 
Hay que destruirlos - imprimían las grandes rotativas 
Hay que destruirlos - decían los presidentes en sus discursos 
Hay que destruirlos - murmuraban los artífices de la guerra. 

Los portadores de sueños conocían su poder 
por eso no se extrañaban 
también sabían que la vida los había engendrado 
para protegerse de la muerte que anuncian las 
profecías y por eso defendían su vida aun con la muerte. 
Por eso cultivaban jardines de sueños 
y los exportaban con grandes lazos de colores. 
Los profetas de la oscuridad se pasaban noches y días enteros 
vigilando los pasajes y los caminos 
buscando estos peligrosos cargamentos 
que nunca lograban atrapar 
porque el que no tiene ojos para soñar 
no ve los sueños ni de día, ni de noche. 

Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de 
sueños que no pueden detener los traficantes de la muerte; 
por doquier hay paquetes con grandes lazos 
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver 
la semilla de estos sueños no se puede detectar 
porque va envuelta en rojos corazones 
en amplios vestidos de maternidad 
donde piesecitos soñadores alborotan los vientres 
que los albergan. 

Dicen que la tierra después de parirlos 
desencadenó un cielo de arcoiris 
y sopló de fecundidad las raíces de los árboles. 
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto 
sabemos que la vida los engendró 
para protegerse de la muerte que anuncian las 
profecías.

Gioconda Beli. Extracto del libro Portadores de Sueños

miércoles, 1 de febrero de 2012

Franz Grillparzer

"Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo."


Franz Grillparzer (1791-1872) Dramaturgo austriaco.