jueves, 10 de marzo de 2016

CRISIS DE LOS REFUGIADOS, UE Y LA DERIVA HACIA EL ABISMO



La Unión Europea se encuentra en un momento crucial en su historia reciente. Primero ha sido la crisis económica más importante desde el crack de 1929 y  las consecuencias que todos conocemos: el recorte del nivel de vida, derechos y libertades de los ciudadanos de países miembros, políticas austericidas ,  naciones rescatadas, extorsiones y chantajes a Grecia,  el auge de los partidos de extrema derecha, la posible salida de Reino Unido del grupo, etc, etc.




Por si fuera poco todo esto en menos de ocho años, ahora Europa se enfrenta a la crisis humanitaria más importante desde la Segunda Guerra Mundial (1). Sólo en 2015 entraron en Europa más de medio millón de personas (2) y en las primeras semanas del 2016 el número era ya de 80000, mayor que en los cuatro primeros meses del 2015 (3). Más del 90% de las personas refugiadas que llegan a las costas griegas,  proceden de los diez principales países de origen de refugiados, incluidos Siria, Afganistán e Irak. (3)

Todo esto está teniendo consecuencias drásticas dentro de los países de la Unión Europea, virando su política hacia un camino de no retorno entre la xenofobia y la política del miedo. Sus actuaciones se traducen en endurecimiento en políticas migratorias, blindando sus fronteras e incluso desplazando militares a los puntos críticos de entrada de refugiados. En septiembre de 2015, Hungría cerraba sus fronteras con Serbia con 4000 soldados (4). En Grecia durante el año 2014 se produjeron varias denuncias de torturas por parte de sus guardacostas (5). Bulgaria ha desplegado su ejército ante la frontera turca para apoyar a la policía en las tareas de vigilancia, ante la posibilidad de que grupos de refugiados traten de entrar en el país (6). Macedonia, Eslovenia, Croacia, Serbia, toda Europa cierra filas, más vallas, más fronteras, más policías, más control…, más violencia. ¿De verdad este es el camino?

El papel de Turquía


Pero claro, ya sabemos que a los líderes europeos nunca les gustó mancharse las manos dentro de sus fronteras, siempre prefirieron que el terror y la miseria se quedaran fuera. Cuando se habla de aliados estratégicos, se habla por algo. A Europa le viene muy bien llevar mareando a Turquía varias décadas con la promesa de integrarla dentro de la UE, pues les hace de puerta de acero frente a los problemas que puedan venir de las guerras que La Alianza Atlántica genera en Oriente Medio. Esto es lo que ha ocurrido con el acuerdo que firmaron hace dos días con Turquía.

¿En qué consiste el acuerdo?

Entre las medidas principales, aún por cerrar, está la de devolver al país vecino a todo extranjero que llegue ilegalmente a las costas griegas, incluido a los sirios. A cambio, la UE se compromete a traer desde Turquía a un número de refugiados equivalente al de las expulsiones. (7). El acuerdo incluye otras tres condiciones para Europa: aumentar los 3.000 millones destinados a Turquía para atender a los refugiados, eximir a los ciudadanos turcos de la necesidad de poseer un visado para viajar a la Unión Europea y avanzar en el proceso de adhesión al club comunitario.
Sabemos que los tiempos en política son muy importantes, y es muy fácil prometer volver a introducir refugiados sirios “en condiciones legales”, cuando ya te has quitado el problema de encima.

Lo más cómico de todo este asunto es que nos quieren convencer que este plan ha sido instado por el presidente de Turquía. Claro, si ya es demasiado difícil de explicar la legalización de las devoluciones en caliente de refugiados de guerra, que lleva implícito este acuerdo, ¿cómo explicar que han “contratado” a un país que está denunciado por organizaciones internacionales por vulneración constante de los DD.HH? (8) ¿Cómo explicar ahora que Turquía es un país seguro donde la libertad de prensa está restringida (8), la represión a la disidencia es constante (10), (11) y donde se produce el tráfico de camiones cisterna de petróleo llegado del ISIS? (12)

Viaje a ninguna parte

Los líderes europeos quizá están sobreestimando su capacidad de negociación a estas alturas de la película. Quizá desconocen el desencanto que han provocado durante años en Turquía hacia la UE. (13) Buscarse aliados que se venden al mejor postor y que no respetan a sus propios ciudadanos ni el derecho internacional no parece la mejor idea.  Hacer añicos el “Acuerdo de Shengen” (14) y denegar el derecho de asilo a las personas refugiadas de guerra parece también un mal camino.

¿Qué es lo que está ocurriendo?

Quizá Europa va con paso lento pero inexorablemente hacia el abismo. Es posible que las élites europeas reconozcan que les queda ya poco de la mínima hegemonía que poseían. Todo concuerda, el final de los sistemas de bienestar, el auge de los partidos de extrema derecha, la ruptura de los acuerdos internacionales de asilo. El comienzo de una nueva Edad Media se vislumbra en el horizonte de la Europa del siglo XXI. ¿Es este el camino del Establishment europeo? Y lo más importante de todo, ¿los ciudadanos no tenemos nada que decir?