Varias semanas después de que
haya salido a la luz, la nueva iniciativa “Podemos”, es hora de hacer una pequeña
reflexión y mandar un guiño a los/as compañeros/as que han
emprendido este proyecto, a los que se han unido después y a los que se unirán
muy seguramente luego. Pero también y como no podía ser de otra manera, voy a
hacerles una crítica que no es muy nueva, ni muy diferente a la que se le hace
a otros partidos de izquierdas, como tampoco lo es el proyecto en sí.
Compañeras y compañeros, desde el
máximo respeto y cariño, y en contestación al manifiesto y en general a la
iniciativa, no estáis haciendo nada nuevo. El problema, seguimos diciendo
muchos, no es el bipartidismo, ni el de los ganadores, ni el de los perdedores,
no es que los partidos no nos representen, ni que el rojo esté caduco. El
problema va mucho más allá, es un problema de conciencia y de actuación. El
problema es de las propias estructuras que mantienen esta sociedad que se cae. Esta
Europa a la que os referís en vuestro manifiesto. Habláis de una “potencial mayoría social que desconfía del
doble bipartidismo pero aprueba las reivindicaciones del 15M, apoya a la PAH y considera justo y bueno
a Cañamero; la mayoría social que apuesta por esa ética común que exige pagar a
los acreedores pero no a los chantajistas, que dice que robar está mal y por
eso condena a los bancos y que considera que el derecho a una vivienda digna, a
una escuela, a un tratamiento contra el cáncer, a una alimentación suficiente,
a un mundo duradero, a la palabra libre y la libre autodeterminación están por
encima de cualquier consenso destinado a enriquecer a los ricos”.
Muy bien, por supuesto que creo
que existe esa potencial mayoría social, pero la o las preguntas que yo os
lanzo son las siguientes. Esa mayoría social, ¿dónde compra? ¿Son solidarios
con sus compañeros de trabajo? ¿Son capaces de arriesgarse por alguien a quien
no conocen?, ¿Son capaces de autoorganizarse? ¿Son críticos con lo que les
rodea? ¿Son autocríticos? Se quejan de la situación pero, ¿hacen algo a parte
de salir con una pancarta? ¿Han cambiado su forma de vida?
Desde que comenzó la crisis y
surgió el 15M primero, y después las Mareas, ha habido un cambio de conciencia,
con eso si estoy de acuerdo pero, ¿ha habido un cambio real de actuación en nuestras
vidas?
Ahora llegan ustedes y plantean,
con toda la buena voluntad un nuevo proyecto electoral con tintes novedosos,
para romper las viejas dinámicas. Que quede claro, no dudo de su capacidad política,
ni de su moralidad, sé que sois compañeros y compañeras mías, y que nos hemos
visto muchas veces en la calle y que nos seguiremos viendo, pero traéis una
nueva idea y pintáis el asunto como si fuera algo distinto. Perdónenme ustedes,
pero no lo creo.
El problema no está ni en el bipartidismo,
ni en que la izquierda se haya quedado obsoleta, ni en que haya un sectarismo
de los que no se quieren manchar las manos participando en este juego
electoral. El problema va mucho más allá, y con su experiencia política señores
y señoras, ya deberían de haberse dado cuenta. El problema es que no hemos
hecho un cambio de forma de actuación. Seguimos trabajando (los que lo hacemos)
para los mismos, seguimos comprando a los mismos, seguimos teniendo el dinero en
los bancos, seguimos pagando, casa, luz, agua y por supuesto, seguimos creyendo
en las Instituciones. Seguimos en definitiva, en la misma rueda que nos trajo
hasta aquí y ustedes plantean, continuar con lo mismo. Otra vez desde el máximo
respeto y cariño, creo que se están equivocando.
Yo me quedo, con esa MINORÍA
SOCIAL, de esa mayoría que ustedes hablan que protesta en las plazas y luego
come en el Mc Donald, que sí ha empezado a darse cuenta del cambio de actitud. Esa
minoría que trabaja con horizontalidad, en grupos de consumo, cooperativas integrales,
bancos de alimentos, huertos urbanos, centros sociales, tiendas gratis, okupaciones,
expropiaciones de tierra, sacar dinero de los bancos y un largo etc…
Y para despedirme no puedo sino
hacerles una cita que ya ustedes conocen y que es muy típica. Porque yo al
igual que ustedes, no planteo nada nuevo:
¡¡¡LA LUCHA ESTÁ
EN LAS CALLES, NO EN EL PARLAMENTO!!!
¡¡¡
Compañeros/a, nos vemos en las
calles, para todo lo demás, sigan contando conmigo.
Carlos Serrano Hermo