Es difícil andar
si se ignoran
las vueltas del camino,
si se duda
la firmeza del suelo que pisamos,
si se teme
que la vereda verdadera
haya quedado atrás,
a la derecha
de aquellos pinos...
(... o quién sabe
si perdiéndose en otra primavera,
hace tiempo
cuando una
cálida brisa me empujó hacia el sur
y yo pensé:
"el viento quizá sepa",
y uní a él mi destino,
y seguí andando,
y llegué hasta esta orilla
de mi vida
en donde
-después de tanto esfuerzo-
me he sentado
a recibir
lo que los transeuntes quieran darme.)
- Una sonrisa para este vagabundo,
caballero.
- Dejad en mis pupilas,
bondadosa señora,
algo de la belleza y de la luz
que hay en vuestra mirada también triste
Lo que los transeuntes quieran darme.
Ángel González
gracias, por compartirlo y por la mención.
ResponderEliminarEspero que lo estés disfrutando.
Esteban
Gracias a ti salaooo!!!
EliminarMe está gustando mucho, tendrás que dejarme más.;-)
Un abrazo