Algunos
han firmado el pacto con el diablo,
han pronunciado tres veces su nombre.
Han
liquidado las esperanzas y se han hundido en la desidia
Hace
años ya que el arcángel de hierro campa con ganas
destrozando
lo que pilla y transformándolo en nada.
Pero ahora
es cada vez más fuerte, se ha alimentado y ha crecido grandiosa
Sus
propios dueños la reverencian, haciéndose súbditos de la desgracia.
Cada vez
más control, cada vez más ansias
Cada
vez más virulencia en destrozar a sus anchas
Los
pocos pueblos que renuncian a ella, primitivos según cacareos patricios
Se ven
obligados a luchas de escarnio y a muertes de rabia.
A
abandonar sus tierras y sus vidas con la Pachamama
A
emprender peleas o a suplicar migajas
Nosotros,
espectadores tras la ventana
Ese ojo
que nos atrapa, mascota misma de la gran máquina
Nos muestra
a las víctimas, como demonios y salvajes que matan.
Pero, ¿quiénes
somos nosotros? ¿Víctimas? No
Verdugos, alienados y lacras.
Vemos lo que vemos y no se nos caen ni las lágrimas.
Hemos
entregado todo para salvar a la máquina
Nuestra
dignidad, nuestra fuerza, nuestras almas.
Hemos
renunciado a ser libres, por mirar por la ventana
En lugar
de salir al mundo a escuchar la llamada.
En
lugar de respirar aire puro y volver a la manada
Hemos
renunciado a todo, por servidumbre voluntaria.
¡Qué lástima! ¡Qué lástima! ¡Qué lástima!
Muy chulo Carlos! refleja esa rabia que te hace tan distinto. Espero que nos envíes pronto ese video de tu recital!!! ;)
ResponderEliminarGracias señor!!
EliminarLuego ya sabes que no tengo tanta rabía, soy un trocito de pan, jejeje.
Abrazos gordos