¡Oh sí madre! ¡Quiero navegar!
Y no me importa quién me siga
mientras yo surque las olas,
pues el viento siempre sonríe
a quién se entrega al mar.
¡Oh madre!
Y tú, no estarás sola
mientras tu luz, de amapola,
siempre roja y siempre hermosa
acompañe mi navegar.
Esta tierra, aunque es linda
me encierra y me adormece
hace de mí, cristal endeble
y no deja crecer mis sueños
ni mis anhelos conseguir.
Esta tierra, aunque es mía
me entrega a mis enemigos
que con hierros y con espinos
esperan a la distancia
que renuncie a mi libertad.
Despídeme de mis queridos
diles que mi vida es como el río
que empezó con turbulencia
se ensanchó y calmó sus aguas
y ahora en su retirada
ha de desembocar en la mar.
Diles que no abandonen mi presencia
que les pensaré mucho.
Diles que ellos son mi filosofía,
mi religión y mi ciencia
y los paños que tuve
cuando tuve que llorar.
Me embarco pero sin miedo
aunque me enfrente a la tormenta
porque el corazón llevo repleto
de vuestra cálida esencia,
aunque la corriente se haga eterna
y la noche sea oscura
y la niebla, piedra dura.
Tu haz por que no te detengan :P
ResponderEliminarPero cómo te quiero!!!
Eliminarke bonito me llego al corazon pero ke grande ke eres cabron un abrazo muy fuerte lo llevare siempre en mi corazon .......................
ResponderEliminarGracias Luky, tú si que eres grande!
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