Locura,
malestar y no encontrarse.
querer estar solo
y echar
a quien te acompañe.
Salir
huyendo sin saber de qué
trabajar,
estudiar, sonreír y amanecer,
todo
para lo mismo
para
comprar y para vender,
y
ahorrar en tu bolsillo
para un
futuro que no puede ser
Pero
sigues el camino
aunque
estés seguro
de que
estás perdido
y de que
no quieres volver
Toda
serie de objetos de mentira
para
satisfacer
aquella
maldita rutina
que te obligaron
a creer
Pero el
vacío no se calma
ni con
oro ni con plata
ni con
relaciones superficiales
ni con
dogmas, ni con bailes
ni con
una borrachera
tirado
sobre la acera
Esas
lágrimas que no se secan
ni con
los siglos
ni con la
anfeta
esas
lágrimas en silencio
son las
que te dicen
que tu
pesadumbre
sigue
impertérrita
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