lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Amor o condena?

Te encuentras en mi corazón, no en mi cuerpo.
¿Cómo voy a dejar de amarte
aunque roce otras carnes?
Te amo, y precisamente por ello,
no quiero tenerte sólo para mí.
Si tú disfrutas, soy incapaz de quitártelo.
Tu alma, la mía, la de ellas y ellos,
son grandes tesoros incapaces de ser encerrados.
Los sentimientos se tienen, por más que el cerebro quiera matarlos,
por ello, yo no te pediré plástico.
No seré capaz de condenar tu cuerpo,
de pensar que soy dueño de ti.
Tus labios, tu sexo, tu mente,
son tuyas y sólo tuyas
y sabrás cómo gestionarlas.
No soy yo, dueño de nadie,
No soy yo, quien quiera ahogar los ardores del deseo.
Créeme,
no quiero que tengas que mentirme
por creer que estás traicionándome,
cuando tu único pecado ha sido,
disfrutar de lo disfrutable. 

3 comentarios:

  1. sisi,
    querer a alguien,
    quererlo libre,
    también desearlo,
    amarlo...
    una lucha cotidiana contra los valores judeocristianos que tan bien se han empeñado en inculcarnos
    FOLLÉMONOS LAS MENTES!!!!

    ResponderEliminar
  2. te quiero para liberarte , no querer adueñarme de tu corazon es la razon de amarte, esta es
    como suenan de bien los potato

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todas las que has comentado, fueron escritas pensando en vos..., pero no es ninguna de ellas ;-)Es más sutil

      Eliminar