La locura puede ser un instrumento, una
herramienta para llevar más plácidamente los avatares trágicos de la vida.
Siempre condenadas, la alteración de los sentidos o la realización de juicios de forma anómala, con respecto al común de los mortales pertenecientes a
nuestra sociedad, pueden llegar a ser un alivio para el sujeto que los padece.
¿Por qué es malo estar loco si no hace sufrir
al individuo? Es evidente que un trastorno, ya sea mental o físico, que
contraiga un daño a la persona que lo padece o a las que se encuentran a su
alrededor, es un trastorno nocivo. Pero si por el contrario, una persona que
tenga una anormalidad en el funcionamiento, por ejemplo, de la percepción de la
realidad, le otorga un placer o algún beneficio, y no es perjudicial para los
individuos que le rodean, ¿tenemos derecho a acabar con la locura?
Reivindico todo tipo de locura o anormalidad
en la precepción de la realidad que haga feliz al individuo. Reivindico a las
personas que son capaces de abstraerse de su mísera vida y construir un mundo
paralelo que les haga feliz. Reivindico la alteración de los sentidos, siempre
ésta sea para el beneficio de la persona que la padece.
La locura, puede no ser una tara, sino una
manera distinta de entender el mundo y como tal, debe ser respetada y
observada. Quizá la sociedad se encontrase menos enferma, si hiciéramos más
caso a los locos que la pueblan. Aprender de la locura, puede transformar el
mundo haciéndolo más humano o más natural.
Creo que es más serio que una simple banalidad... http://www.youtube.com/watch?v=pCrrDkDKMTU ;)
ResponderEliminarNo lo trato como una banalidad, créeme. Lo único que digo que hay muchos tipos de locura y hay locuras que no dañan
Eliminarestoy de acuerdo en todo Carlos, menos en el punto que dices que la locura es una forma de abstraerse de una vida mísera.
ResponderEliminarPienso que cometes un error al expresar el concepto.
Si la vida es vivida con felicidad, significa que no es mísera... ya que, bajo mi punto de vista, todo depende de como nos tomemos los acontecimientos que suceden en nuestro camino.