Añico – Calamidad, dime, ¿qué pretendes
conseguir dejando de respirar? ¿No te das cuenta que el aire es la esencia
misma de la vida? Sin vida Calamidad, no hay nada.
Calamidad - Estás muy equivocado Añico, pues lo que
tú consideras vida, no es sino la muerte lenta. Por eso quiero dejar de
respirar. Quiero aprender a mantenerme en este planeta, sin consumir los
venenos que la sociedad nos ha dejado. De la misma manera quiero también dejar
de alimentarme, de beber, quiero cerrar los ojos y los oídos. Es decir, quiero
entender el mundo sin los engaños formados por los dueños de la esfera.
Añico - ¿Pero no te das cuenta de que
morirás?
Calamidad - No, no moriré. Si prosigo envenenándome
moriré lentamente, sin embargo, si cierro todas las puertas de mi cuerpo y de
mi alma a toda contaminación posible, volveré a nacer pura. Me transformaré en
un ser que ha acabado con toda la vileza que le había alimentado durante años.
Añico - Los peces, las
plantas, cualquier ser vivo, se alimenta, respira y realiza todas las acciones
a las que el mundo físico le obliga a afrontar.
Calamidad – Sí
Añico, pero ellos no pueden elegir. Yo, por el contrario, por la sencilla razón
de estar planteándome lo absurdo de este mundo, soy capaz de resurgir como el Fénix de las cenizas. Quiero enfrentarme a la metamorfosis necesaria para
llegar a la conquista de mis libertades. Con los pies en el fango, no puedo
volar.
Añico - Como quieras
Calamidad siempre fuiste más reflexiva y poseíste mayor determinación que yo.
Pero sigo pensando que vas a acabar contigo. Vas a destruir todo lo que eres.
Vas a sucumbir.
Calamidad - Añico, eres un compañero increíble. Eres
entrañable hasta los huesos. He de confesarte que creo que llevas razón en casi
todas las cosas que acabas de decir. Voy a acabar con lo que ahora soy. Voy a
destruir todo en lo que me he convertido. Pero no te confundas, no voy a
sucumbir. No seré derrotada.
Añico - Un
abrazo Calamidad. Te deseo todo lo mejor en tu aventura, pues te lo mereces. Me
encantaría darme cuenta de que me he equivocado.
Calamidad – Pronto, aunque no te lo creas. Tú también
cerrarás los ojos, cerrarás tu estomago y dejarás de respirar por decisión
propia. Muy pronto nos reconoceremos en un mundo nuevo.
Te deseo todo el
amor que te ha sido negado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario