Gracias a la mujeres que llenan las calles y recargan las pilas
que tanto necesitaba. Calles de colores, calles de gritos, llamas de sueños y
sonrisas. Gracias por esas miradas radiantes, tan importantes en estos tiempos.
Sin vosotras no habrá cambio, no habrá nada.
Una vez más habla el aire, esta vez con voz femenina. Recuerda a
la madre tierra, con sus DULCES almendras y sus montañas SALVAJES. LIBRE como
el mar e INTENSA como la noche.
Habla detestando la violencia del macho,
la incapacidad mediocre de imponer la fuerza.
¿Relegar lo extraordinario a segundo plano? ¿Por miedo o por
impotencia?
Ni una menos. Ni en silencio. Ni sumisa. Ni a la espera. Ni
arrodillada. Ni encubierta. Ni juzgada. Ni humillada. Ni mal pagada. Ni
perseguida. Ni vigilada. Ni violentada. Ni expoliada.
Cuerpo, sí. Su cuerpo es suyo y también lo es su lugar en la
Historia. Sus logros y sus victorias.
¡Qué se aparten del camino todos aquellos que por miedo o por
vergüenza no consiguen entender la luz! ¡Qué se aparten antes de apagarla!
¡Qué vivan las brujas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario