sábado, 7 de mayo de 2011

Compartimos la memoria.

Viento, viento de libertad,
cuando te empuja en la espalda
te transporta más allá,
pero si viene de frente
es el enemigo más fuerte
que habrás encontrado jamás.

Tempestades de tinieblas
nos toca todos los días luchar,
aún cuando lloras,
aún cuando ríes,
aún cuando no tienes ganas de más,
pero si cedes medio milímetro,
no conseguirás levantar.

El día, la noche, la madrugá
todo momento es bueno
para enfrentarse y batallar,
que la agonía de los muertos
nunca te debe tocar.

La compañía de un alma
nunca debe superar
el hueco que hay en tu cuerpo
el huceo que tu alma te da,
mas si no te arriesgas nunca
a compartir tu memoria
estarías castigándote
a vivir como la escoria.

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