viernes, 22 de junio de 2012

Ellas, valientes guerreras


Ellas,
que no renuncian al lugar que les corresponde
que nunca perdieron la templanza

Ellas,
que no esperan a que las cosas ocurran
sino que las persiguen luchando

Nunca han bajado la cabeza
y sin embargo,
 no las leerás en los libros de Historia

Ningún hombre puede igualarlas
en tesón y coraje,
lo llevan practicando durante años,
durante siglos,
cual camuflaje que finge adaptarse
y espera el peligro
para un golpe asestarle.

¡Ay ellas! Mujeres altivas y de mentes esbeltas
Corazones grandes de guerrilleras,
sin temor a la muerte o a la irá
sin miedo al dolor
sin buscar, ni huir de las guerras

Amazonas que al no callar
cambiaron su mundo y se hicieron bellas
bellas por dentro, bellas por fuera
Grandiosas guerreras que no claudicaron
transformándolo todo a su paso
dando vida, dando amor y dando palos
¡Os debemos tanto…!

Nunca sabremos apreciar
lo que nos habéis otorgado
¡Gracias compañeras,
nos veremos delante con el puño bien alto!

lunes, 18 de junio de 2012

El sentido crítico, un valioso tesoro poco cultivado


Debemos de ser conscientes de la necesidad que tiene el ser humano de poseer sentido crítico. Uno de los grandes problemas de la sociedad en su conjunto y de los individuos por separado, es la falta de autocrítica, cuestionarse la argumentación impuesta o la falta de reflexión propia. Lo más sorprendente de todo, es que esta falta de crítica, sin haber hecho un estudio estadístico al respecto, aparece tanto en los sectores “ilustrados” de la población, como en los que lo son menos. Este aspecto, me parece muy importante destacarlo, pues indica algo clave. La educación recibida por los futuros trabajadores intelectuales, no les sirve para cuestionarse las ideas o teorías recibidas. Es un gran problema, ¿no? Si un científico no es capaz de cuestionar la teoría anterior, ¿cómo va a elaborar una que pueda mejorarla? Es una cuestión ardua que la sociedad debe plantearse.

Antes de continuar con el análisis sobre la importancia que tiene el sentido crítico en la sociedad, vamos a intentar acotar el concepto. En el Congreso Internacional sobre Pensamiento Crítico desarrollado del 1 al 7 de agosto de 1991 en la Universidad de Sonoma, California, se presentó una lista de las 35 habilidades principales que suele tener, en mayor o menor grado, una persona con un “buen sentido crítico”. Por otra parte, Richard Paul, director del Centro para el desarrollo del pensamiento crítico de la misma universidad, en su libro Critical Thinking –que lleva un subtítulo sugestivo: «qué necesita cada persona para sobrevivir en un mundo en cambio»– desarrolla estas 35 habilidades y las aplica en otras publicaciones escolares a las diversas áreas de aprendizaje. En el estudio clásico de las habilidades para el sentido crítico, se agrupan las mismas en tres amplias categorías. A continuación explicaré las diferentes estrategias y enumeraré las habilidades:

Estrategias afectivas: corresponden al orden de valores y actitudes que una persona puede tener ante el desarrollo del sentido crítico. Es decir, ¿está uno dispuesto a ser crítico consigo mismo y con lo que le rodea? Si lo está, es que considera que el sentido crítico es un valor y, por tanto, tiene una actitud favorable a desarrollarlo en su vida.

  1. Pensamiento independiente.
  2. Egocentrismo / sociocentrismo: ni el egocentrismo exclusivista (fijarse sólo en sí mismo) ni el sociocentrismo complaciente (quedar bien con los demás) favorecen la actitud crítica.
  3. Tener en cuenta el punto de vista de los demás.
  4. Ideas / sentimientos: analizar las ideas que se esconden bajo los sentimientos y los sentimientos que se esconden bajo las ideas.
  5. Admitir las propias limitaciones y suspender el juicio.
  6. Tener coraje intelectual y defender lo que uno piensa.
  7. Coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
  8. Perseverancia intelectual hasta encontrar la solución.
  9. Tener confianza en el poder de la razón.
Estrategias macrocognitivas: se tratan de habilidades intelectuales. Se refiere a estrategias que son aplicables a diferentes situaciones de la vida relacionadas con el mundo del conocimiento. Por ejemplo, darse cuenta de algo.
  1. Evitar simplificaciones de sí–no, todo–nada y buscar matices en el juicio crítico.
  2. Saber comparar situaciones análogas en nuevos contextos.
  3. Desarrollo de las propias perspectivas: creencias, argumentos, teorías.
  4. Clarificar problemas, conclusiones o creencias.
  5. Analizar el significado de palabras y frases.
  6. Desarrollar criterios para evaluar cualquier situación.
  7. Valorar la credibilidad de las fuentes de información.
  8. Saber analizar a fondo cuestiones fundamentales y significativas.
  9. Evaluar los argumentos, interpretaciones, creencias y teorías.
  10. Generar y valorar las soluciones alcanzadas.
  11. Analizar y evaluar acciones y normas.
  12. Saber leer con sentido crítico.
  13. Escuchar con sentido crítico: el arte del diálogo silencioso.
  14. Hacer conexiones interdisciplinares.
  15. Habilidad socrática en la discusión de un problema.
  16. Aprender a razonar dialogando analíticamente con los demás.
  17. Aprender a razonar discutiendo dialécticamente con los demás.
Estrategias microcognitivas: se trata de habilidades que ayudan a lograr o perfeccionar las estrategias macro. Es decir, saber conducir un vehículo, correspondería a una estrategia macro. Pero, aprender a rectificar errores, como por ejemplo, cambiar de marcha adecuadamente para consumir menos, sería una micro.
  1. Distinguir entre lo ideal y la práctica de cada día.
  2. Precisión en el uso del vocabulario crítico.
  3. Darse cuenta de las diferencias y semejanzas significativas.
  4. Ser capaz de analizar lo que uno mismo da por supuesto.
  5. Distinguir entre los hechos relevantes y no relevantes.
  6. Ser capaz de sacar conclusiones, interpretar, hacer predicciones.
  7. Aportar razones y hechos que logren una evidencia.
  8. Darse cuenta de las contradicciones.
  9. Saber explorar las implicaciones y consecuencias de un hecho.
En definitiva, el sentido crítico o pensamiento crítico, es una técnica para evaluar la información y las ideas, para decidir qué aceptar y creer. El pensamiento crítico implica reflexionar sobre la validez de lo que se ha leído a la luz del conocimiento y la comprensión del mundo que previamente se tienen.

Desde el punto de vista del autor, no es casual que esta habilidad esté tan poco desarrollada en la población. Mucha responsabilidad deben tener los medios de información (de ahí el nombre de Poder Mediático) en la indefensión e incapacidad crítica del individuo ante la información recibida. Pero como antes se exponía, esta incapacidad es compartida por trabajadores manuales y por avanzados universitarios. Por lo tanto, el sistema educativo en su conjunto, debe también tener algo de responsabilidad en ello. Así el autor señala directamente, tanto a la formación, como a la información recibida y a todos los encargados de transmitirlas.

Me pregunto, si en una sociedad que se cree libre, porque puede decidir cada cuatro años a sus representantes, interesa una falta total de sentido crítico a la hora de tomar una decisión. Posteriormente me pregunto, si cuando era pequeño o en alguna de las etapas posteriores en mi formación, me fomentaron el sentido crítico o si por el contrario, me hicieron aprender de memoria textos, sin dedicar mucho tiempo a su comprensión general.

Así para terminar, quiero hacer dos llamamientos. El primero es, que todo aquel que lea este texto y todos los textos que vengan posteriormente, no crean nada de lo que leen y tengan la necesidad de contrastar la información recibida. Puedo ser un mentiroso, un plagiador, un ilusionista y como yo, todos los que escriban en medios de comunicación, tanto mayoritarios como libres y autónomos. Este primer llamamiento me lleva  irremediablemente al segundo. Necesitamos una sociedad con pensamiento crítico. Debemos fomentarlo y si en nuestra formación, no lo hacen, deberíamos preocuparnos por adquirirlo nosotros mismos y que nuestros hijos también lo adquieran.

Quizá el sentido crítico no sea un bien muy apreciado para los que tienen el poder y/o imponen dogmas, pero para los ciudadanos de a pie, nos hace fuertes y reflexivos. Cuanto más fomentemos esta virtud, más dueños nos haremos de nuestras propias vidas.

Publicado en la revista 87 grados.
87grados.wordpress.com

viernes, 15 de junio de 2012

Memoria o guadaña


Y lo único que quiero es quedarme en mi agujero y poder castigar mi hígado, hasta que el día se transforme en noche y la noche en alba de color albero.

Oscuridad perdida que transformó el recuerdo, de aquella mañana prometida, que nunca se vio en mis sueños y que sin embargo, me palpita desde dentro.

Una vez más, la escritura me sacó de mi infierno y me devolvió a ese mundo, que sin haberlo pedido, era el mío y se construía a cada verso.

Las palabras se me amontonaron en la cabeza y me rasgaron la garganta al escupirlas. Esgrimí el bolígrafo cual funambulista, en delgado cable de acero, y transformé mis anhelos, en frases proscritas.

Y así, línea a línea, pliego a pliego, salí de mi encierro y suspiré  por los días que sin vivir, había escrito para ellos. Supliqué que no se me olvidaran. Prometí, que llevaría sus palabras hacia  otros lugares sin rabia.

La Historia será contada, por más que quieran enterrarla. Los hechos, deshechos, tendréis que escucharlos y leerlos hasta que la vergüenza o la muerte, os alcancen con su guadaña. 

domingo, 10 de junio de 2012

No es un rescate, es un golpe de Estado.


La situación por la que pasa la población española es tremendamente grave. Ya se ha confirmado, la banca española recibirá una inyección de dinero de 100 mil millones de euros por parte del Eurogrupo. ¿Qué quiere decir esto? Que el gobierno español y por lo tanto, el pueblo español también, están totalmente sometidos a la voluntad de Europa.

Ya no es sólo los recortes que se van a hacer y se están haciendo en materia de sanidad, educación y prestaciones sociales. La situación es verdaderamente más grave. España está totalmente sujeta a los designios de los mercados europeos.  Un grupo de corporaciones y sus líderes, toman las riendas de las próximas actuaciones que tenga que llevar a cabo el gobierno español. Hace aproximadamente un siglo, estas cosas no se hacían así. Para tomar el mando de un gobierno, había que sacar los tanques a la calle y ejercer el poder por la fuerza. Ahora ya no es necesario, usar el material bélico, les sale caro. Han dado un golpe de Estado, sin que nadie se haya dado cuenta. Nadie ha votado las actuaciones que seguirá el gobierno español a partir de ahora, lo que ocurra a partir de este momento, está escrito en las agendas de las empresas cotizadoras en bolsa, agencias de calificación y grandes empresas financieras.

Ahora nos toca mover ficha. Desde hace más de un año, la población española ha aumentado de manera exponencial su conciencia y práctica políticas. Han salido miles de personas a la calle manifestando su descontento con lo que ocurre. Hay asambleas que debaten y emprenden actuaciones por todo el Estado español. Muchas personas han aprendido de economía, política, en definitiva están aprendiendo a gestionar sus vidas y a trabajar en grupo. Pero, ya no es suficiente. Lo siento, la fase siguiente ha comenzado.

No quiero asustar a nadie, pero esto se presenta realmente serio. Nos dirigimos sin remedio a momentos verdaderamente crudos. Entramos en una situación de Estado de Excepción y como tal, hay que afrontarla. Según voy escribiendo, soy consciente de que las personas que lean esto, igual que he hecho yo, se dirán a sí mismas, que no puede ser verdad. No es fácil autoconvencerse de los momentos drásticos, pero cuanto antes seamos capaces de verlo, antes podremos tomar las medidas oportunas. La gente va a pasar hambre, no va a tener atención sanitaria, va a aumentar la represión y el número de presos, va aumentar la presión policial, los jóvenes no van a poder encontrar trabajo y tampoco van a poder pagar sus estudios, van a aumentar las personas sin hogar, los crímenes por subsistencia. Nos dirigimos al sálvese quien pueda.

¿Qué podemos hacer? Primero, perder el miedo. Todo lo que venga va a ser malo, así que mejor concienciarse. Si todo lo que venga va a ser malo, será mejor pelear, que tragarse el futuro sin contestación. Todas las actuaciones deben ir en una dirección, arrebatarles el poder. Si ellos han dado un golpe de Estado, nosotros tenemos que quitarles el poder arrebatado. Si nos quitan nuestra soberanía, esa que no teníamos, debemos recuperarla. Ya no valen manifestaciones, ya no valen caceroladas. A partir de ahora las cosas se ponen serias y hay que actuar en consecuencia. Estamos hablando de una revolución. A nadie le gusta, pero es la realidad. Desobediencia civil. Si no tienes casa, okupa. Si no te atiende el médico, toma hospitales. Si no tienes comida, proporciónatela. Si tus hijos no pueden estudiar, gestionemos las universidades. Si te echan de casa, resiste como puedas. Si te pega la policía, defiéndete. Si no puedes pagar el metro, no lo hagas. Si no puedes pagar las multas y no tienes nómina, no las pagues. Desobediencia, rebelión.

Suerte a todas y a todos, nos enfrentamos a una nueva era. Sólo depende de nosotras/os, cual sea su forma. 

sábado, 9 de junio de 2012

Cafetería de la filmoteca, Madrid


Me encuentro en una sala que pretende oler a intelectual, pero allí te sorprende algo muy diferente. Pseudointelectuales o intelectuales de pacotilla. Aquellos que no se mezclan con la sociedad que les rodea. Parece, cómo si vivieran en una burbuja al margen de lo que ocurre en la calle. Creen estar por encima del bien y del mal. Estos pseudointelectuales, no sólo no intervienen en la sociedad a la que pertenecen, esa, que ha pagado con sangre, sudor y lágrimas, sus conocimientos. Además, miran por encima del hombro todo lo que creen inferior a ellos. He ahí, la gran ironía y el momento en el que se delatan como falsos intelectuales, como analfabetos funcionales. Como sofistas crédulos, juzgan sin prestar atención a las causas y sin una autocrítica. Una persona que se dice culta, nunca toma una proposición como verdadera sin contrastarla antes. Por tanto, si ellos, sin cuestionarse a sí mismos y a sus condicionantes, sin entender el por qué ellos han podido ejercer la habilidad intelectual y otras personas no. Si son capaces de autoproclamarse más necesarios que, por ejemplo, un barrendero, o una enfermera, o un músico, pierden para mí, toda credibilidad como trabajadores del conocimiento, sea cual fuere su disciplina.

Señoras y señores. No sois más imprescindibles que nadie, pero digo más, no habéis hecho nada fuera de lo normal. Cuando una persona se rodea de unas circunstancias propicias para ejercer una profesión y la ejerce, no es nada extraño. Nadie se asombraría, porque un hijo de un buen agricultor, se transformará en un excelente agricultor. Tiene mérito, ha mejorado la habilidad  de su padre, pero a nadie le sorprenderá. Pero si un hijo de un médico, descubre una vacuna importante, será recordado. Pues bien, y sin quitarle halagos al médico o al hijo del médico. No ha hecho nada fuera de lo normal, podría no haberse esforzado en su trabajo y no haber conseguido nada, pero como digo, cientos de miles de personas, se esfuerzan día a día en sus trabajos y nadie les da una medalla.  

Pero quiero ir más allá en la crítica. Nos guste o no, la sociedad, y cuando hablo de sociedad, hablo de los curritos/as que la mantienen, han trabajado duramente, para que estos señores/as, en sus universidades, investiguen. Si alguien que, con mucho esfuerzo, no lo dudo, no es capaz de entender, que debe mucho respeto a las personas que con su trabajo han hecho posible su aprendizaje, estamos perdidos. Por lo tanto, a mi modo de entender la vida, cuando una persona trabajadora del conocimiento, se centra demasiado en sus estudios y deja de lado a la sociedad que ha posibilitado su condición, esa persona es un intelectual de pacotilla. Creo que igual que un barrendero trabaja para que las calles estén limpias, un trabajador del conocimiento debe trabajar para mejorar la sociedad, cuando hablo de mejorarla, hablo de hacerla más justa. No aumentar la productividad, no. Eso no es mejorar la sociedad. Mejorar la sociedad es hacerla más equitativa.

Todas las personas de este mundo tienen la obligación de mirar al que hay al lado, e intentar ayudar en lo posible. Por lo menos, ese es mi parecer. Pero alguien que ha conseguido una capacidad, gracias a que una sociedad se la ha facilitado. Esa persona tiene una doble responsabilidad. A un trabajador del conocimiento, no debería de valerle con ser un engranaje más de la producción científico-técnica o cultural, debería también cuestionarse qué produce y si cumple una función para las personas que se encuentran a su alrededor.

martes, 5 de junio de 2012

La Perla

Sabemos que se nos engaña desde nuestro nacimiento hasta en el precio de los ataúdes. Pero sobrevivimos. Tú has desafiado, no a compradores de perlas, sino a la estructura entera, al modo de vida entero, y temo por ti. 


Extracto del libro "La Perla" de John Steinbeck.

lunes, 4 de junio de 2012

Autodestrucción


Cuando agarras la vida sin pensar las consecuencias, sin temor a las cosas que ocurren. Cuando buscas el peligro, la soledad o la cárcel. Si no tienes miedo ni desahogo. Si un simple abrazo es el momento que más añoras, pero no llega. En este momento, te das cuenta de lo que buscas…

Lloro,
lloro por tus latidos,
por la pena que me dan tus actos.
Lloro por la zanja que has construido
y que sin darte cuenta, te castiga y te aísla.
Lloro porque no somos capaces,
a pesar de nuestros intentos,
de comprendernos.
Lloro por tu ausencia,
por la vida y por la muerte.
Lloro mientras sonrío,
Lloro porque te quiero
y por dejar de quererte.

La vida me ha enseñado varias cosas.
Me ha enseñado a perdonar,
Me ha enseñado que estoy solo.
Me ha enseñado a vivir sin ti
Me ha mostrado cariño, consuelo, reposo.
Me ha mostrado la rabia,
la ira y el destrozo.
Me ha arrancado pedazos…

A veces me asusto
Y a veces lloro
a veces imploro
y de tanto sentir
me vuelvo loco
y busco salida
y encuentro alboroto
y arranco sin frenos
y cierro los ojos

La vida me ha enseñado,
me ha enseñado a sentir,
pero a sentir poco a poco
y sólo esta hoja en blanco
sabe porque yo lloro.

domingo, 3 de junio de 2012

Descartes


Final de la Meditación primera.

“Pero un designio tal es arduo y penoso, y cierta desidia me arrastra insensiblemente hacia mi manera ordinaria de vivir; y, como un esclavo que goza en sueños de una libertad imaginaria, en cuanto empieza a sospechar que su libertad no es sino un sueño, teme despertar y conspira con esas gratas ilusiones para gozar más largamente de su engaño, así yo recaigo insensiblemente en mis antiguas opiniones, y temo salir de mi modorra, por miedo a que las trabajosas vigilias que habrían de suceder a la tranquilidad de mi reposo, en vez de procurarme alguna luz para conocer la verdad, no sean bastantes a iluminar por entero las tinieblas de las dificultades que acabo de promover.”