martes, 1 de noviembre de 2011

La noche de mis sueños:


Lamento el día que empecé a soñar
desde entonces ya no soy yo
soy las migajas que quedan cuando despierto
de aquel personaje que acompañó
a este hombre humilde, que en vigilia llevo

Las mañanas frías y húmedas
siempre son la pesadilla del destierro
de una tierra prometida
mientras entre las sabanas vuelo

La realidad está podrida, dijo un sabio sabiendo
que lo que decía, más que verdad, era un acierto

Ya sean lunes, domingos o días de festejos
siempre cuando levanto, yo siempre me entristezco
porque he perdido el tren que me llevaba a mis sueños
aquellos que mientras dormía
me hacían ser hombre bueno
aquellos que convirtieron, mi cobardía
en coraje y sentimiento.

4 comentarios:

  1. lo mejor de los sueños...seguir soñando.. quedan muchos sueños por soñar y muchos de ellos por cumplir...
    besos poeta,
    Salomé

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  2. Desde luego, no podemos dejar de soñar.
    Ni dormidos ni despiertos.

    Un besazo guapaaa

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  3. Cuando te quitas los ojos, los recojo, tus ojos son mas cuando duermes porque miran a nada o al sueño y el mundo será ese nada o sueño, tuyo.
    Vamos a guardarlos y no estar ciegos.
    Y hoja por hoja,
    sin miedo a que se escape tu mirada,
    iremos,con tus ojos, mientras descansas,
    bajo los tersos párpados vacíos,
    a cazar puentes, puentes como liebres,
    por los campos del tiempo que vivimos.
    Adaptaciones para los ojos que vigilan la vigilia
    Un abrazo. Marta

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  4. Me encantó!!

    Gracias por darle color al blog.

    Un abrazo.

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