viernes, 20 de enero de 2012

Suspendido.

Me encuentro otra vez,
suspendido en la cuerda floja,
ni para atrás, ni para delante,
sin nadie que me recoja.

Vagabundo en este desastre
solo, caminando por las calles,
sin querer detenerme,
sin querer detenerme a mirarte.

A veces me gustaría
ser de entre todos
la piedra más fría
y no este amasijo de sentimientos,
que sólo puedo volcar
escribiéndolos
y a veces, ni eso.

Ser cemento, madera o hueso.
Inerte y recto
Ser inconsciente,
de lo que es querer a los vivos,
de lo que es querer a los muertos.
Pero me conozco y no puedo.

Por más que intento ahogar
lo que me corre por dentro
sólo consigo posponerlo.

Mis sentimientos están vivos
y tú eres responsable de ellos.

Aunque viva en un mundo insípido,
jamás renunciaré a tenerlos
porque son los que me hacen ser
un hombre fuerte,
mientras lucho por ellos.

Aunque por dentro tiemble
como si fuera un niño pequeño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario