viernes, 13 de noviembre de 2015

Dignidad

Me preguntan por la calle, que qué es dignidad.
Dignidad es que un padre de familia no tenga que salir durante 15 horas al día de su casa, para poder alimentar a su familia.
Dignidad es que una señora de 80 años no tenga pesadillas durante las noches por miedo a que la echen de su casa
Dignidad es que un niño no se maree en clase porque no ha desayunado.
Dignidad es poder respirar aire puro, beber agua no contaminada. Poder sembrar y compartir las semillas y tener tierra donde hacerlo.
Dignidad es que una mujer pueda decidir sobre su cuerpo y su vida, que no tenga a toda una sociedad haciéndola sentir un objeto. O que no tenga que trabajar el doble para vivir igual.
Dignidad es que un saharahui, un castellano, un palestino, un vasco, un kurdo o un catalán, no tenga a un Estado opresor que no les deje ser lo que son, ni sentirse de su pueblo.
NO ES DIGNIDAD, los muros que levantan algunos estados contra personas, estados que son culpables de la miseria de las personas a las que impiden el paso.
NO ES DIGNIDAD que un estudiante no pueda terminar la carrera porque no tiene cómo pagarla o que cuando haya podido terminarla, con gran esfuerzo suyo y de su familia, tenga que emigrar a otro país para poder ganarse la vida.
NO ES DIGNIDAD una guerra ni es digno quien se hace rico con ella.
NO ES DIGNIDAD que haya enfermos en los pasillos de los hospitales, o muriéndose desatendidos por la calle.
NO ES DIGNIDAD que las grandes corporaciones decidan sobre la vida del 99% de la gente.
DIGNIDAD, EN DEFINITIVA ES, CUANDO UN PUEBLO SE LEVANTA Y A PESAR DE LAS DIFICULTADES, NO SE RINDE


Escrito para las marchas del 22/Oct/2015. Segovia

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