Cuando
dicen lo que piensan
pero no
son escuchados
Cuando
hacen lo que dicen
y por
todos, son juzgados
Cuando
estorban a quien daña
el
poder les es quitado
Cuando
huyen y se escapan
perseguidos
y encarcelados
Cuando
encaran el problema
de
terror son acusados
Es
entonces cuando salgo,
de mi
guarida en el campo
Ya no
puedo,
ya no
puedo soportarlo
Tendrán
que verme la cara,
de
iracundo y cabreado.
Al
menos eso tendré,
el derecho
al pataleo
las
ganas que os tengo
son ya
harto sabidas
por todos
reconocidas.
Pensáis
que sois inmunes
pero no imagináis quien os habla
son las
voces que de abajo
sin
complejos emanan
Como un
torrente de fuego
Que quema
vuestro palacio
De vergüenza
y mamoneo,
de descaro y rechazo.
Si la ley os ampara
nosotros
haremos justicia.
El hedor
de vuestras palabras
mostrará
vuestra estulticia.
Os
creéis señores del mundo
en vuestros
castillos de barro
pero seréis
señalados
por paisanos
y vagabundos
La
nueva realidad se abre
no sin
miedo, ni masacre
pero a
ojos de todos está
el fin
de vuestra barbarie.
La era
que se crea
a espaldas
de vuestras enmiendas
reza la verdad y la palabra
Ilusiones
y pensamientos
de quienes
siempre construyeron
con energía,
trabajo
y sufrimiento.
La
partida ya se acaba
jugáis
vuestra última baza
de perdedores
endemoniados
con fusiles
y cacharros,
pero nuestra
fuerza os vence
no os
deja respiro
ni con
espada, ni con cuchillo
ni con
miseria, ni con castigo
La
esperanza ha vuelto en mí
siendo
más grande que nunca.
La avaricia habrá de ser
vuestra
condena
y vuestra
tumba.
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