domingo, 27 de enero de 2013

Rabia y,… ¿nada más?


Voy por la calle y no veo nada
¿Un destello, una pintada?
¿Toda resistencia quedo silenciada?
¿Qué es lo que queda en nuestra conciencia?
¿Sólo queda rabia?
¿Hay tal incapacidad
de construir algo?
¿Acaso nada que la pena valga?
¿Tan valiosa es nuestra vida,
como para seguirla
aún siendo siempre de rodillas?
Y mientras tanto, consumimos nuestra ira,
unos hinchando su hígado hasta reventarlo
otros, intentando ahorrar dos duros
para luego ser expropiados
Muchos tienen hijos,
pensando que les traerá la felicidad.
Otros con cara de pantalla,
de los años escapan, sin pena y sin gracia
¿Te agarras a un trabajo esclavo?
¿Crees que ahora estarás a salvo?
A ver, ¿cuál es la mentira que vos os contáis?
¿Qué pantomima has inventado
para no verte todos los días en el calvario?
Mis palabras, dicen algunos, son duras.
Perdonad, más dura es vuestra existencia
y la vivís con indolencia.
¡Ah sí! Hazte otro máster, seguro cuando salgas
las cosas se habrán recuperado
¡Ah no! Sal al extranjero, muchas oportunidades
y ningún enredo.
Todo lo que aquí no ves
por lugares lejanos crece
madura, y los frutos puedes recoger
¡Venga va! ¿Quién da más?
¿Cuál es la siguiente frase
que haga esconder esta barbarie?
Pero no pasa nada,
cada día vuelvo a casa con ganas de llorar.
Mañana, será otra cosa,
un camino lleno de rosas
que me permitan descansar.

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