martes, 16 de julio de 2013

Conversaciones desde el Altermundo.

Añico –         Calamidad, dime, ¿qué pretendes conseguir dejando de respirar? ¿No te das cuenta que el aire es la esencia misma de la vida? Sin vida Calamidad, no hay nada.

Calamidad -     Estás muy equivocado Añico, pues lo que tú consideras vida, no es sino la muerte lenta. Por eso quiero dejar de respirar. Quiero aprender a mantenerme en este planeta, sin consumir los venenos que la sociedad nos ha dejado. De la misma manera quiero también dejar de alimentarme, de beber, quiero cerrar los ojos y los oídos. Es decir, quiero entender el mundo sin los engaños formados por los dueños de la esfera.

Añico -              ¿Pero no te das cuenta de que morirás?

Calamidad -    No, no moriré. Si prosigo envenenándome moriré lentamente, sin embargo, si cierro todas las puertas de mi cuerpo y de mi alma a toda contaminación posible, volveré a nacer pura. Me transformaré en un ser que ha acabado con toda la vileza que le había alimentado durante años.

Añico -           Los peces, las plantas, cualquier ser vivo, se alimenta, respira y realiza todas las acciones a      las que el mundo físico le obliga a afrontar.

Calamidad –   Sí Añico, pero ellos no pueden elegir. Yo, por el contrario, por la sencilla razón de estar planteándome lo absurdo de este mundo, soy capaz de resurgir como el Fénix de las cenizas. Quiero enfrentarme a la metamorfosis necesaria para llegar a la conquista de mis libertades. Con los pies en el fango, no puedo volar.

Añico -          Como quieras Calamidad siempre fuiste más reflexiva y poseíste mayor determinación que yo. Pero sigo pensando que vas a acabar contigo. Vas a destruir todo lo que eres. Vas a sucumbir.

Calamidad -     Añico, eres un compañero increíble. Eres entrañable hasta los huesos. He de confesarte que creo que llevas razón en casi todas las cosas que acabas de decir. Voy a acabar con lo que ahora soy. Voy a destruir todo en lo que me he convertido. Pero no te confundas, no voy a sucumbir. No seré derrotada.

Añico -       Un abrazo Calamidad. Te deseo todo lo mejor en tu aventura, pues te lo mereces. Me encantaría darme cuenta de que me he equivocado.

Calamidad –    Pronto, aunque no te lo creas. Tú también cerrarás los ojos, cerrarás tu estomago y dejarás de respirar por decisión propia. Muy pronto nos reconoceremos en un mundo nuevo.

                        Te deseo todo el amor que te ha sido negado. 

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