En un mundo donde no pasaba nada. Donde los derechos eran
pisoteados a diario y todo el mundo callaba. Allá, donde los siervos defendían
a sus amos, y eran esclavos sin saberlo. Allá, donde lo único que se escuchaba
era el silencio y los señores dormían tranquilos, pues no tenían de qué estar
inquietos..., a veces se producían conatos de rabia. Esas manifestaciones de
dignidad, en donde se puede apreciar el tormento que sufre la gente. Son
esporádicas, sí, pero son puras y vivas.
Quizá y sólo quizá señores del mundo, la tranquilidad con la que hoy pueden dormir, sólo sea la calma que precede a la tormenta...
Quizá y sólo quizá señores del mundo, la tranquilidad con la que hoy pueden dormir, sólo sea la calma que precede a la tormenta...
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