Sólo caminando recorremos las esquinas más oscuras de
nuestros recuerdos, sólo despacio y sin miedo.
No desciendo dos veces por el camino al infierno, y cuando voy, recojo los pedazos de los nuestros, los guardo y con ellos, construyo jardineras donde plantar pensamientos. Pensamientos que van y que vuelven, pensamientos que germinan en las noches de verano. En pequeños pueblos que celebran con fuego, tradiciones y heridas, nacimientos y ancestros.
Yo recuerdo, si recuerdo, estaba contigo y susurrabas a mis adentros:
Recoge milagros,
que nadie te deje ciego,
sólo tu determinación será tu techo.
Y así navegué por aquel valle y así hoy vago por tus sueños. Caminando despacio y sin despertar a los necios.
El mundo se duerme y a mi me duele el pecho, de tanto gritar tu nombre, de tanto quererlo.
No desciendo dos veces por el camino al infierno, y cuando voy, recojo los pedazos de los nuestros, los guardo y con ellos, construyo jardineras donde plantar pensamientos. Pensamientos que van y que vuelven, pensamientos que germinan en las noches de verano. En pequeños pueblos que celebran con fuego, tradiciones y heridas, nacimientos y ancestros.
Yo recuerdo, si recuerdo, estaba contigo y susurrabas a mis adentros:
Recoge milagros,
que nadie te deje ciego,
sólo tu determinación será tu techo.
Y así navegué por aquel valle y así hoy vago por tus sueños. Caminando despacio y sin despertar a los necios.
El mundo se duerme y a mi me duele el pecho, de tanto gritar tu nombre, de tanto quererlo.
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